Según reflejan diferentes medios de comunicación alrededor de ciento cincuenta personas se plantaron el viernes ante el Palau de la Generalitat para imprecar la dimisión del pelat. La envergadura del movimiento de masas tiende a dar una idea de la dimensión y trascendencia social que tiene el ominoso crimen imputado al pelat delimitando el alcance de la alarma social creada por el delincuente. Y así uno se imagina al pelat oculto tras los visillos de cualquiera de las ventanas del Palau de la Generalitat, trémulo y pálido como un alhelí, mientras retumbaban las voces coléricas de los INDIGNADOS [que salen por todas partes como las patatas prefritas] declarándole CULPABLE y exigiendo su inmediato ingreso en PICASSENT donde quizá, tal vez y en el mejor de los casos una MAFIA HOMOSEXUAL se encargaría de DARLE POR CULO por TURNOS.

Como ya hemos tenido ocasión de comentar en mensaje anterior dentro de este espacio lo del procesamiento de Camps llega tarde y llega mal. Lo de los cincuenta mil euros es una flautada tan inane como si el auto de conclusión sumarial le imputase haber arrancado los propágulos de una especie protegida de les Illes Columbretes. Y en consecuencia al ciudadano, que ya ha votado mayoritariamente para mal propio y ajeno a la banda del pelat, se la repampinfla si le dieron o no le dieron los trajes. Y eso el centenar y medio de comunistas + indignados lo demuestra.

A ver para cuando salen los Indignados + Comunistas y se juntan y se concentran en las puertas de la Diputación de Castellón para pedir con esas parcantas cargaditas de rasón que se repita el examen de Auxiliares Administrativos bajo la supervisión de observadores de la ONU. Que eso si que sería fuerte.